Convirtamos la energía química en energía eléctrica, ¡claro que es posible!, la Física nos lo enseña y nosotros podemos hacer este experimento posible, pero primero reflexionemos un poco; el hombre produce en la industria moderna las ya conocida pilas o baterías eléctricas, que luego vende en todo el mundo pero una vez usados, las desecha, y más allá de lo que se haya hecho con ellas, la materia de la que están compuestos perdura. Por lo tanto, limpiar estos desechos después de haberlos consumido es una tarea a solucionar. El hombre consume materia sin tener en cuenta qué hará con ella luego. Entonces pongámonos la tarea por ahora escolar de contribuir a la conservación del medio ambiente y hagámoslo de esta forma, construyendo en casa un sencillo Reloj Ecológico experimento que al principio parecerá poco practico pero nos permitirá buscar formas de alternativa mas viables para el planeta y lo haremos confeccionando unas pilas de limón para empezar, que haremos con muy pocos materiales al alcance de todos y a bajísimo costo.
Materiales:
- Dos limones, pero pueden ser más.
- Pedazos de alambre de cobre y de zinc.
- Un metro de cable eléctrico.
- Un reloj digital
Procedimiento:
-Parte los limones por la mitad
-Clava en cada una de las mitades una barra de cobre y otra de zinc
-Conecta con cable eléctrico la barra de zinc de un limón con la barra de cobre del otro limón
-Repite lo anterior con las otras mitades de los limones
-Cierra el circuito (que sera en serie) colocando el reloj digital en remplazo de uno de los limones
-Comprueba que el reloj obtiene energía y funciona.
Explicación:
¿Como es que funciono?
Esta pila almacena energía en forma química. Cuando se libera esa energía, se convierte en energía eléctrica para hacer funcionar el reloj ecológico. Esta pila básica está formada por dos placas de metales diferentes: una de cobre y otra de zinc, sumergidas en una solución química, que es el jugo del limón.
Debido a la acción química, los electrones avanzan del cobre al zinc, es decir se acumulan en el terminal negativo (Zinc), mientras que en el terminal positivo hacen falta electrones.
De esta manera se crea una diferencia de cargas o voltaje. Este voltaje es el que utilizamos para hacer funcionar el reloj.